En Ecooo pensamos que hay más motivos que nunca para el optimismo cuando hablamos de autoconsumo en los tejados de la ciudadanía. Te explicamos por qué, y de paso, damos titulares alternativos.
Una nota de prensa en la que se hacía balance de 2023, de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), y un informe de la Asociación Española de Energías Renovables (Appa) llevaron a los medios de comunicación a alertar sobre un pretendido frenazo en el autoconsumo fotovoltaico ante la caída, de un 27%, en la nueva potencia instalada en ese ejercicio.
En Ecooo no compartimos esa interpretación pesimista, como por otra parte hemos sido siempre reacios a calificar de boom lo ocurrido anteriormente.
Te contamos los motivos por los que somos optimistas sobre el futuro del autoconsumo, esta herramienta para que la ciudadanía se empodere, produzca su propia energía y descarbonice nuestro sistema eléctrico:
El autoconsumo ha incrementado un 41% respecto de 2021
Desde luego que el dato del año pasado (1.900 MW ejecutados frente a los 2.700 de 2022), es innegable tomado en frío, pero puede inducir a error si no se pone en contexto: en ese año tuvo lugar un incremento excepcional y anómalo de la potencia instalada al calor de las subvenciones puestas en marcha para contrarrestar el boom, esta vez sí, de las tensiones inflacionistas alentadas por la invasión de Ucrania y los problemas de suministros derivados de ella.
Además, hay que tener presente que los 1.900 MW que han hecho saltar las alarmas (o aprovechado) en algunos ámbitos representan un 41% de incremento sobre 2021. De hecho, si lo que se analiza es la tendencia global, la conclusión es que estamos sólo dos décimas por debajo del ritmo necesario para cumplir con lo estipulado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030, de 2 GW.
Además, se da la circunstancia de que este desempeño se ha conseguido fundamentalmente gracias a la industria, los ayuntamientos y el autoconsumo residencial individual (viviendas unifamiliares); por tanto, sin apenas desarrollo del autoconsumo colectivo . Y éste fue precisamente el que permitió a Ecooo, en el citado escenario de desaceleración puntual, duplicar en 2023 la potencia nueva instalada respecto a un año antes, con una cuota de las instalaciones comunitarias del 60%.
El camino parece claro. Buena parte de este resultado a contracorriente de Ecooo se debe a La Pablo Renovable, que se convertirá en la mayor instalación de autoconsumo colectivo de Europa en cuanto Unión Fenosa tramite su activación. Ecooo ha acompañado a los impulsores de esta iniciativa en todo el proceso.
Ahora tienes aún más motivos para pasarte al autoconsumo fotovoltaico:
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Las instalaciones, más baratas que nunca
Los incentivos para apostar por el autoconsumo, y especialmente por el colectivo, no han hecho sino incrementarse. Por un lado, el precio de los paneles fotovoltaicos se ha reducido a la mitad, lo que supone que el coste total de una instalación se ha abaratado entre un 20% y un 30%. Nunca ha sido tan bajo.
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Las bonificaciones del IBI financian la instalación
Por otro lado, es verdad que las subvenciones están cerca de agotarse, si no lo han hecho ya, pero han sido sustituidas por fuertes descuentos en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y por bonificaciones fiscales en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Con respecto al primero de los tributos, podemos tomar el ejemplo del Ayuntamiento de Madrid, donde los auto-consumidores se ahorran el 50% de la cuota durante cinco años, gracias a lo cual, se financia casi el 95% de la instalación. En cuanto a las bonificaciones en la renta, este sistema devuelve un poco de progresividad frente a las subvenciones, de las que se podía beneficiar cualquier persona independientemente de su nivel socioeconómico.
Habrá quien se queje de tener que esperar un año (cuando se presenta la declaración del ejercicio anterior) para beneficiarse de los incentivos en el IRPF pero, aunque parezca contraintuitivo, más han tardado (o siguen tardando) en percibir las subvenciones comprometidas, debido al prolijo camino burocrático que están padeciendo.
Las comunidades energéticas locales, el siguiente hito del autoconsumo
Por último, el comodín final: las comunidades energéticas locales (CEL). Ya no es imprescindible instalar paneles fotovoltaicos en tu tejado; basta con participar en una de ellas siempre que la vivienda esté a un máximo de dos kilómetros de la fuente energética renovable; algo a tener en cuenta en las grandes ciudades, donde el 60% de la población vive en bloques de pisos, e incluso en las zonas rurales. Cataluña, por ejemplo, ha solicitado que el radio máximo vigente se multiplique por 10, alcanzando los 20 kilómetros, propuesta para la que no existiría ningún impedimento técnico. Países de nuestro entorno (entre ellos, la vecina Portugal) ya funcionan con radios superiores a los dos kilómetros. Ecooo obtuvo recientemente la autorización administrativa para ejercer, ya oficialmente, como Oficina de Transformación Comunitaria (OTC), cuyo objeto es fomentar las CEL y asesorar a las personas interesados.
El desarrollo del autoconsumo colectivo es el hito que falta para aprovechar al máximo nuestra ventajosa radiación solar en términos comparados y enjugar el gap que nos separa de otros países a pesar de tener bastante menos sol. Pero es que, además, está demostrado que quien se ha convertido en productor y consumidor (prosumidor) de energía renovable suele ser más proclive a cambiar sus hábitos de consumo y a electrificar tanto su vehículo como la climatización de su vivienda, contribuyendo de esta forma al desarrollo suficiente de la transición y al cambio del modelo energético actual hacia otro más distribuido y participativo.
Quizás por todo lo anterior, el titular más atinado de los medios a raíz de de los balances de UFE y Appa seguramente era el que rezaba “El autoconsumo arrebata ya 800 millones a Endesa, Iberdrola y Naturgy”.