- En plena ola de frío, el precio de la luz ha alcanzado esta semana su precio más alto desde diciembre de 2013.
- Tanto las acciones individuales, vía reducción de la demanda (auditorías y autoconsumo), como políticas, modificando la regulación del mercado eléctrico para hacer posible una competencia real entre los agentes, son las soluciones para afrontar la escalada de precios.
Una vez más, el incremento de la subida del precio de la luz vuelve a ser noticia. Si en noviembre se anunció que durante el segundo semestre del 2016 se había experimentado una subida del 24,6 % , en esta última semana los precios se han disparado hasta los niveles más altos desde el año 2013, al superar el coste del megavatio hora (MWh) los 92 euros, (hace un año el mismo MWh costaba 60 euros menos, un 33% menos).
El incremento de luz obedece a factores de mercado como la falta de lluvia y viento (que reduce el peso de las hidráulicas y las eólicas en el mix, acosta de incrementar el precio de las energías fósiles), el encarecimiento del petróleo o el aumento de la demanda de energía por parte de Francia, debido al parón en la actividad de algunas de sus centrales nucleares. Sin embargo, desde Ecooo advierten que estas circunstancias coyunturales podrían estar siendo aprovechadas por las grandes empresas eléctricas para marcar precios por encima de los que les exigirían sus costes de producción. En un mercado en el que solo 5 grandes empresas controlan más del 80 por ciento de la producción, es normal que éstas aprovechen las circunstancias extraordinarias de sobre demanda y escasez para hacer que los precios suban más allá de lo razonable.
Este incremento, junto con las dificultades que tienen los consumidores para entender las tarifas que se imponen desde el mercado, hace del tema energético un asunto en el que los usuarios se convierten en la pieza más vulnerable.
Según Mario Sánchez-Herrero, codirector de Ecooo “el funcionamiento del mercado mayorista, como en cualquier otro, en el que existe oferta y demanda, al incrementarse la demanda aumenta el precio de un determinado producto. El mercado eléctrico es muy peculiar, no tanto porque haya aumentado la demanda (que también), sino por la composición de la oferta. El precio al que se venden todos los kWh en un momento determinado lo establece la tecnología más cara. No se atiende por tanto al coste de cada tecnología, y eso hace que centrales hidroeléctricas y nucleares, con unos costes mucho menores, estén cobrando lo que corresponde a la central de gas más cara. Si queremos tener la electricidad más barata basta con introducir los cambios regulatorios que hagan que cada tecnología pague en función de sus costes reales.”
“Además es urgente incrementar de forma decidida el peso de las tecnologías renovables que son ya más competitivas en precio que el gas o el carbón. No solo tendremos un medioambiente menos contaminado y actuaremos de forma decidida contra el cambio climático, sino que democratizaremos la energía, reduciendo el poder que las enormes compañías energéticas tienen sobre nuestras vidas”.
Medidas para reducir la factura de la luz
En el plano individual, desde Ecooo, empresa de no lucro que trabaja en la transición hacia un modelo energético, se recomienda comenzar con una auditoría energética en los hogares y espacios de trabajo. El coste de la auditoría suele recuperarse, gracias al corte del despilfarro energético, en el plazo de dos o tres años, para disfrutar de ello toda la vida. No existe inversión más rentable. Para ello, sería importante que, desde las administraciones públicas se promovieran campañas informativas que dieran un impulso inicial a una campaña masiva de auditorías por todo el país.
Por otro lado y con precios tan altos e inestables, el autoconsumo eléctrico se convierte ahora más que nunca, en una apuesta viable, ecológica y rentable para garantizarse costes energéticos asumibles. La legislación del autoconsumo en nuestro país es la más restrictiva del mundo, y es seguro que va a cambiar próximamente, pero incluso en las condiciones actuales, el autoconsumo es una buena opción, más aún en momentos como el que estamos viviendo.