Filomena y su frío helador están disparando el consumo de energía en los hogares de todo el país, además es agravado por las indicaciones sanitarias que aconseja quedarnos en casa y ventilar los lugares comunes para evitar la Covid19. En resumen, un consumo eléctrico excesivo pero necesario para poder sobrevivir a las temperaturas bajo cero e intentar frenar el índice de contagio por coronavirus.
Pues bien, a pesar de que la electricidad debería ser un elemento esencial y básico para toda la ciudadanía, se podría considerar en ocasiones todo un producto de lujo. En un mercado liberalizado como es el Europeo, las empresas modifican los precios cuando hay problemas de aprovisionamiento. Esto mismo es lo que está pasando con la luz y el gas. Si sube la demanda, sube el precio.
No solo España registra temperaturas especialmente bajas
Como bien ha explicado el ingeniero industrial Jorge Morales en su blog, el frío no solo está azotando a España, sino también a gran parte del hemisferio norte, por este motivo el gas se ha disparado. “El noreste asiático, con China a la cabeza, está registrando igualmente temperaturas inusualmente bajas. El precio del gas natural licuado allí registra importantes subidas desde finales de 2020 y ha alcanzado máximos históricos”.
Esta regla también se aplica también a los precios de la electricidad por el disfuncional diseño de nuestros mercados eléctricos. En marzo del año pasado, la electricidad se vendía a menos de 20€ el MWh y en estos últimos días estamos viendo precios medios del entorno de los 90. ¿Pero por qué?
El director de Ecooo, Mario Sánchez Herrero, explica que el precio al que se vende toda la electricidad lo determina la última central que entra para cubrir la demanda. Si esta última central es un ciclo combinado de gas, en un momento en el que el precio del gas ha subido mucho, la consecuencia es que el precio de toda la electricidad vendida se dispara.
Pero advierte de que en España hay “algo muy sospechoso”, mientras los precios de la electricidad en Francia o Alemania ya han vuelto a la normalidad en nuestro país siguen muy altos. Algo que ha motivado la apertura de un expediente informativo por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
https://www.youtube.com/watch?v=TGllTekViGs&feature=youtu.be&ab_channel=ECOootube
Si queremos dejar de depender de los mercados internacionales de gas y de petróleo, tenemos que dejar de consumir gas y petróleo. La alternativa son las energías renovables que utilizan como combustible la luz de sol y la fuerza del viento. En estos momentos las personas normales tenemos a nuestro alcance la posibilidad de reducir nuestras facturas eléctricas poniendo paneles fotovoltaicos en nuestros tejados. Es la manera de ser pagar precios más baratos y estables, ser más respetuosos con el planeta y quitar poder a las muy poderosas empresas energéticas.
El 20% de los hogares en España sufren de pobreza energética
Esta grave situación está provocando que aumente el índice de pobreza energética en España. Un hogar se encuentra en situación de pobreza energética si no es capaz de mantener en su interior una temperatura de confort. Esto implica que si no puedes encender la calefacción, es probable que no dispongas tampoco de agua caliente, ni siquiera la posibilidad de cargar el móvil porque te hayan cortado la luz.
Pero el indicador objetivo más inmediato y el que se suele emplear para realizar las estadísticas, es el que relaciona pobreza energética con el frío en el interior de las viviendas. En España, según los datos de RTVE, estaríamos en el entorno del 20% de hogares en esta situación.
Ante esta situación extrema hay que poner medidas para erradicar este problema que afecta a tantos hogares de nuestro país. En la siguiente entrada del blog explicamos algunas posibles medidas para combatir este echo.